La vida te da lo que tu le demandas. A los "quietos" no les llega mucho, porque la fila es larga y hay mucha gente en ella "tomando" lo que le corresponde del universo. Por eso es que las cosas buenas le llegan a los que esperan, pero las mejores les llegan únicamente a quienes salen a buscarla. Hay un tiempo para esperar y otro para hacer que las cosas sucedan, si es que esa es la voluntad de Dios y él lo aprueba. Pero nunca sabrás lo que es la voluntad de él (Dios) si no lo intentas, si no te lanzas, si no te arriesgas. Tú que me lees ahora quizás no lo entiendas mucho porque tal vez no te has visto en la necesidad de tomar una decisión de esa magnitud, pero sé que en algún momento lo entenderás.
El punto importante radica en que mientras MÁS TEMPRANO TE TROPIEZAS, más rápido puedes levantarte, y más tiempo tienes de volverlo a intentar y conseguirlo. De ahí vienen los logros, de intentar hasta que resulta y consigues el éxito. Porque si puedes imaginar algo tan definidamente es porque tienes la capacidad de conseguirlo, si no, no tuvieras la capacidad de imaginarlo. En el "tengo que esperar" se ha quedado a vivir mucha gente que se ha llevado su sueño a la tumba, yo no quiero vivir ahí, mucho menos quiero llevarme algo tan grande y pesado sobre mí el día que llegue mi hora de reencontrarme con los que se han ido. Por lo que digo hoy con seguridad, que es recomendable planear, pero también es recomendable ponerle fecha de inicio a los planes. Sólo tenemos una vida para conseguir lo que queremos, que muchas veces, resulta muy corta. Comienza hoy, ya que “hoy” es el “mañana” que ayer utilizaste de excusa para no empezar.
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